mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

jueves, 7 de agosto de 2014

FÁCIL: TARTA DE QUESO CREMA


Deseando a todos un buen mes de agosto, os dejo una tarta de queso que os recomiendo, tanto por exquisita como por muy fácil de hacer. Solamente con un poco de paciencia para la cocción y os aconsejo prepararla un par de días antes de su consumo. ¡¡¡ Sed muy felices!!!

Un texto de A. G. Ovies, para pensar un poco...
SER POSIBLE


Interrogantes que jamás han de ser respondidos 

¿Quién soy? ¿El que quieren que sea o el que no quiere ser solo por parecer y 
aparentar que es lo que los otros vean? ¿Ser se quiere o ser se es? ¿Quiero 
ser quien fui? ¿Quise ser lo que soy? ¿Sé lo que no he sido? ¿Seré lo que ni 
sé? ¿Qué soy, al fin? ¿Qué quiero ser? ¿Qué sé? ¿Qué más pude haber sido 
que no fuera ser esto que a ciegas he ido siendo o a duras penas soy? ¿Soy lo 
que no es todo lo que es distinto: un árbol, una fiera, la bruma, el infinito? ¿Y 
que no son entonces que yo sea? Si yo no soy ni firme ni perenne ni certero ni 
sagaz ni sensible, ¿no son acaso en todo mucho más indudables, mucho 
menos extraños, sanamente más íntegros?
¿En qué soy más posible o singular que el saúco y su sombra? ¿En que 
supero yo la robustez del fresno, la estatura de un día, la textura del frío?
¿Cuánto de mí comparto con la rosa más breve? ¿Cuánto ocupo en la noche? 
¿Cuánto subsiste en mí si me arrancan los sueños que me hacen soñar que no 
sueño y que existo? ¿Cuánto soy sin mi fracción de miedo e incertidumbre? 
¿Cuánto sin los prospectos de esta anómala estirpe a la que pertenezco? 
¿Entre tantas especies con cuál puedo medirme, con cuál me identifico?
¿Qué me dicen los rayos del sol que me despiertan? ¿Comprendo su actitud 
sobre mi carne? ¿Qué me dicta el jazmín cada mañana? ¿Comprendo la 
negrura de los cuervos, el oro de sus picos? ¿Distingo la verdad de la 
insignificancia? ¿Qué me creo cuando me enfrento a mínimas criaturas, 
cuando aplasto la envidiable presteza de una hormiga, el estampado vello de 
un insecto, la aguzada beldad de los erizos? ¿Qué pequeñez me incumbe, que 
enormidad me enmascara y me engaña? Si apenas sobrepaso el tronco del 
arbusto y el tesón del vencejo que vuela agosto arriba, ¿por qué me crezco 
tanto, con qué fin me envanezco, por qué me sobrestimo? 
¿Poseo yo un segundo la majestad de un monte, el alcance de un trino, la 
limpidez de un hilo de rocío? ¿Intervengo en la rotundidad de la tormenta, 
significo en la ira del viento? ¿Qué le importa mi vida a los océanos, qué le 
aporta mi entidad al ocaso, qué le agrega mi salud a este mundo? ¿Estoy en 
un trayecto? ¿Habrá siempre camino?
© Aurelio González Ovies
 La Nueva España, 6-8-2014